viernes, 21 de octubre de 2011

Vocabulario

Sabía que aquel hecho no iba a ser benefactor para mí, pero haría lo que fuese por  llegar al cenit de mi carrera de actriz. Creí que aquella remota idea de colarme en el habitáculo del director de la obra y robar el guión para poder ser contratada era un locura... pero me di cuenta de que cuando anhelas algo más de lo que tu crees puedes llegar a hacer locuras.
Entré al vestíbulo, y abrí la puerta, con mucho cuidado. Di vueltas por la casa durante un rato, era preciosa quien hubiese elegido esa decoración la verdad tenía muy buen gusto, además era enorme. Abrí todas las puertas que encontraba y entré en todas las habitaciones que pude para reportar el guión. 
Por fin... una de las puertas que abrí me di cuenta de que era sin duda el despacho del director. Tenia 2 grandes sofás con una mesita, una maravillosa lámpara de cristal en el centro colgada del techo,un patio de luz con cipreses y hasta una antología de maqueta de la luna, con sus cráteres y todo.
Busqué en todos los cajones como una desesperada... quería salir de allí cuanto antes. Entonces... lo encontré, una carpeta color ámbar en la que ponía con letras negras y grandes: " Obra de teatro 2011 ".
Se me encogió el corazón... cuando el director, me miró con displicencia y me dijo:
- ¿Qué haces aquí?, todavía no ha empezado el casting.
-Y yo le respondí- eh,eh es que la señora de la puerta me dijo que podía esperarte aquí...- Menos mal que mis años de carrera para poder ser actriz habían servido para algo-.
-Oh... bueno entonces serás la primera, es algo que no menudeo, pero por estar aquí ya pues ¡te toca!.
Entonces el se sentó y me dijo que me pusiera aquel hirsuto que estaba en la silla de la entrada. Yo lo cogí y empecé a actuar.
Cuando terminé me dio la enhorabuena y me dijo que esperara fuera. Estuve casi una hora esperando y entonces nos llamó a todas las candidatas para el protagonismo y fue diciendo nuestro nombre seguido de un sí o un no. A todas a las que les dijo que no, obviamente se fueron y nos quedamos tres.
Tuvimos que volver a representar un texto y después el director, nos comunicó que la protagonista de la obra... sería ¡yo!.
Por fin podía estar feliz, tanto esfuerzo sirvió para algo.